Un nuevo reto para los saltabalates, cambiamos tierra por agua, equipación oficial por bañador y chaleco y como patos "todos al agua".
Ruta con Piragua en el pantano del Negratín, sol, relax y bonitas vistas para despedir el verano y saludar al otoño que llegó.
Distancia. 5.000 paladas por lo menos.
Dificultad. Media-fácil.
Lo mejor: baño final en el pantano y la exploración de la primera lengua, ¡INCREIBLE!
Lo peor: los excesos de la noche anterior aunque tampoco nos impidió realizar nuestro cometido.
AÚN QUEDAN MUCHAS LENGUAS Y RECOVECOS POR CONOCER, PANTANOS INMENSOS QUE NADA TIENEN QUE ENVIDIAR A LA INMENSIDAD DEL OCÉANO, UNA FORMA DISTINTA DE CONOCER EL MARAVILLOSO MUNDO QUE NOS RODEA.
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